domingo, 24 de enero de 2016


Quién dijo que al bar se iba a beber

El futbolín es uno de los juegos más típicos de un bar español:

Se trata de una caja de madera rectangular, abierta por la parte de arriba y hueca, para poder jugar sin que se salga la pelota. La parte de abajo, es decir, el terreno de juego, tiene una ligera hendidura hacia abajo para que la pelota se balancee de un lado a otro. En los laterales pequeños del campo hay dos ranuras por las que pasa la pelota en caso de gol, es decir, las porterías. En la parte exterior de la caja hay una lengüeta por la que salen las bolas y donde van a parar en caso de gol. Esta caja es elevada por cuatro patas.

En la parte superior están enganchados cuatro barras metálicas a cada lado del campo, donde se sujetan los jugadores: un portero, tres defensas, tres medios y cuatro delanteros. Diez bolas más una negra en caso de empate con el único objetivo de darle gorrazos a la bola para que se meta por la portería.


Este “deporte” se suele jugar una pareja contra otra, pero, mientras juegues con unos amigos y haya una apuesta de por medio, se incrementa la tensión por lo cual el juego es mucho más divertido y ameno. 

sábado, 16 de enero de 2016

Records Guinness

Para batir un record guinness, y salir en el libro “GUINNESS WORLD RECORD” hay que: o ser muy valiente, o ser muy fuerte, o tener una “discapacidad” en el cuerpo, o tener mucha habilidad con algo, o ser verdaderamente absurdo. Yo me voy a centrar en esta última opción y comentaré alguno de estos records:

•Zac Monro ha ganado el mayor número de victorias del campeonato mundial de guitarra de aire. Es decir, hacer como si tocas un instrumento, pero sin tenerlo en las manos. Esto me parece de lo más fácil, barato y falta de respeto hacia los profesionales que sí saben tocar un instrumento; pero que haya campeonatos de esto, sí que me parece impresionante.

Krunoslav consiguió ponerse 245 camisetas una encima de la otra. Lo de este hombre me parece muy poco saludable, porque, en el momento que empiezas a sudar, la piel no transpira dentro de tanta camiseta; que, por cierto, les habrá costado su dinero.

Mariana Arnaut consiguió romperse el mayor número de botellas de cristal de azúcar en 30 segundos (56). Lo de esta chica me parece una locura. No es necesario sufrir de esa manera por un simple premio, teniendo en cuenta que ensayaría unas cuantas veces.


Estos son los tres records más absurdos que he encontrado, espero que no sean todos así porque entonces cualquiera de nosotros podría ganar un puesto en el libro de los Records Guinness.